El
concepto de niño superdotado no es algo nuevo, como tampoco lo es el interés y
la preocupación sobre su educación. Todos, en algún momento, hemos escuchado
esta expresión en los medios y sabemos algo, siquiera superficialmente, de la
problemática asociada a estos escolares de talento y capacidades elevadas que en
muchos casos no se cultivan por falta de una adecuada canalización
educativa.
|
Muchos expertos coinciden en que la edad adecuada para diagnosticar a un
niño superdotado se sitúa entre los cuatro y ocho años de edad. Las principales
características de estos pequeños son capacidades como adquirir y manejar una
gran cantidad de información, excelente memoria, manejo de sistemas abstractos
de símbolos, curiosidad intelectual, necesidad de estímulo intelectual y un
largo etcétera. Además, suelen ser muy maduros en comparación con otros niños de
su misma edad.
La creatividad parece ser también uno de los rasgos distintivos de la
sobredotación o al menos, tal es la conclusión a la que el equipo del profesor
Juan E. Jiménez, de
Otros estudios respaldados por las modernas tecnologías de diagnóstico
como las técnicas de neuroimagen muestran que a nivel biológico, existen
diferencias en la organización cerebral de los superdotados. Las áreas de
funcionamiento cerebral de alto nivel están especialmente desarrolladas en este
tipo de personas, con especial incidencia en la corteza cerebral. Algunos
resultados apuntan a que los grupos neuronales de la corteza prefrontal de estos
niños son mucho más flexibles que en el resto de personas, lo que les permite
desarrollar tareas nemotécnicas, comparativas o lógicas impropias de su
edad.
Como nota curiosa, hay investigaciones que han concluido que los padres
de estos niños suelen tender a ser personas cálidas y sensibles que permiten a
sus hijos expresarse, son poco amigos de aplicar reglas rígidas y estimulan la
creatividad con la lectura y los juegos.
La superdotación no se manifiesta de forma única ya que existen varios
tipos de superdotados. El talentoso, por ejemplo, sería aquel que ostenta una
capacidad muy destacada en una materia concreta, como
La detección del talento
Uno de los grandes problemas a la hora de asumir la tarea de
proporcionar una educación adecuada a estos niños radica en su identificación
temprana. Según datos de un informe publicado en 2006 por el Centro de Investigación y
Documentación Educativa
del hoy Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, bajo el título Alumnos precoces, superdotados y de altas
capacidades, el número de alumnos superdotados en el Estado español
ascendía en el año
Las oportunidades que un niño con altas capacidades intelectuales tiene
para demostrar determinadas habilidades con frecuencia son muy limitadas en el
ámbito de la enseñanza obligatoria. Esto implica que, desafortunadamente, un
elevado número de jóvenes no terminará los estudios y un alto porcentaje no
accederá a la universidad, a pesar de la paradoja de su capacidad para triunfar
en ella con poco esfuerzo.
En palabras
de Francisca Valle Lázaro, autora de un estudio en profundidad para la
implementación de una Escuela de Talentos dirigida desarrollo curricular de
superdotados “el hecho de no desarrollar sus capacidades, además de provocar
frustración, repercute en la pérdida de talento a nivel nacional. Nuestro tejido
empresarial tiene grandes dificultades para encontrar personas capaces de
aportar nuevas ideas y conceptos. El fomento de la capacidad de los superdotados
sin duda incidiría en el I+D español. El sistema de educación actual iguala a
los niños a la baja y el proyecto de cambiar ese enfoque, aunque ambicioso,
merece la pena”.
La escasa preparación del profesorado en este ámbito es uno de los
factores que incide en el bajo grado de localización de alumnos de altas
capacidades ya que, si bien es cierto que existen herramientas adecuadas para el
diagnóstico, no lo es menos que también se necesitan docentes capaces de
implementarlas.
Una de las herramientas de mayor alcance que existen para la detección
del talento y las altas capacidades es el Test SCAT (School and College
Abilities). Esta prueba mide habilidades verbales y cuantitativas,
proporcionando información esencial a la
hora de decidir sobre el tipo de formación más adecuada. El SCAT evalúa las
habilidades y capacidades del alumno en relación con otros compañeros de la
misma o mayor edad y puede utilizarse en combinación con otras
pruebas.
La herramienta está diseñada para medir el aprendizaje acumulado y tiene
dos partes, una verbal, que pondera la compresión de las palabras y las
relaciones que entre ellas se establecen, y otra matemática, que consiste en la
comparación de dos magnitudes matemáticas estableciendo si una es mayor, menor o
igual que la otra o si no hay información suficiente para responder.
La evaluación, además, puede realizar en dos niveles. El in-level testing proporciona
información sobre las habilidades del estudiante en relación con otros alumnos
de su mismo curso. Suele ser la indicada cuando los resultados académicos de un
estudiante son normales o buenos, pero no excepcionales. El above-level testing mide las
capacidades del evaluado en relación con alumnos de cursos más avanzados y se
recomienda en casos donde hay evidencias de habilidades
excepcionales.
Otra de las ventajas de esta forma de evaluación es que permite conocer
el nivel de competencia de todos los que la realizan, no sólo de los más
capaces. La herramienta fue desarrollada por expertos del Educatinal Testing
Service de la universidad de Princeton y es en la actualidad propiedad del CTY
de
Existen, asimismo, otros test como el de Stanford-Binet o
Esther Riobó Redacción Aprendemas. Noviembre de 2008 |
PROFESIONALES DE LA SALUD MENTAL AL SERVICIO DE LA PERSONA, LA FAMILIA, LA SOCIEDAD, CONTRIBUYENDO AL DESARROLLO INTEGRAL DE LA POBLACION PERUANA
viernes, 2 de diciembre de 2011
Talento y altas capacidades: la cuestión de los niños superdotados
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario